Tres organizaciones sin fines de lucro han presentado una demanda contra la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos por presunta discriminación en el acceso al asilo a través de la aplicación CBP One.
La querella alega que la aplicación discrimina a personas de raza negra y a solicitantes de asilo con discapacidades.
La demanda, presentada por Al Otro Lado, el Centro de Aplicación y Educación de Derechos Civiles y el Proyecto de Derechos Civiles de Texas, busca que el gobierno divulgue información sobre las políticas y prácticas relacionadas con la aplicación CBP One y el proceso de asilo.
Las organizaciones alegan que la aplicación presenta problemas técnicos que dificultan su uso por parte de personas con discapacidades y limitaciones tecnológicas.
Desde mayo de 2023, cuando se eliminó el Título 42, los solicitantes de asilo deben usar la aplicación CBP One para programar entrevistas con funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en los puertos de entrada de Estados Unidos.
Sin embargo, los defensores de los inmigrantes afirman que la aplicación está plagada de fallos técnicos y no reconoce correctamente a las personas de piel oscura.
Además, argumentan que la necesidad de un teléfono inteligente y habilidades tecnológicas avanzadas excluye a muchos solicitantes.
Un informe de Human Rights Watch calificó a la aplicación CBP One como una forma moderna de medición para evitar que los solicitantes de asilo crucen los puertos de entrada. La demanda también destaca que los inmigrantes con discapacidades enfrentan discriminación y acceso desigual al proceso de asilo debido a la inaccesibilidad de la aplicación.
La administración de Joe Biden defiende el uso de la aplicación CBP One, afirmando que permite un sistema humano y ordenado para examinar a los migrantes que buscan asilo. Sin embargo, las organizaciones demandantes exigen que el CBP publique los documentos relacionados con la accesibilidad de la aplicación para garantizar el cumplimiento de la ley federal de discapacidad.
Los defensores de los inmigrantes señalan que el tiempo de espera para conseguir una cita a través de la aplicación puede extenderse hasta siete meses, creando otra barrera de entrada para los solicitantes de asilo.
Instan al gobierno federal a garantizar que su tecnología sea accesible para las personas con discapacidades.
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