El gobierno reconoce que no tiene la capacidad para rastrear a todos los inmigrantes liberados en la frontera con México. Según un informe del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional, entre 2021 y 2022 se estima que más de 177,000 inmigrantes liberados en la frontera con México bajo palabra estarían perdidos en el sistema.
Esto ha llevado al gobierno de Joe Biden a reconocer que no posee los recursos necesarios para realizar un seguimiento adecuado de todos los inmigrantes encontrados, procesados y luego liberados en la frontera con México, la mayoría de ellos a la espera de la resolución de sus casos de asilo en los tribunales de inmigración.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) declaró en un correo electrónico en respuesta sobre un informe reciente elaborado por el Inspector General del DHS sobre la vigilancia de extranjeros liberados: "Nuestro sistema de inmigración está roto y desactualizado y el Congreso necesita arreglarlo".
Además, el DHS afirmó que, incluso bajo estas leyes obsoletas, han mejorado la forma en que se procesa y examina a los no ciudadanos
Asegurando que las personas que buscan ingresar a los Estados Unidos son examinadas por el DHS y sus socios de inteligencia y contraterrorismo para evitar la entrada de cualquier persona que represente una amenaza.
El informe del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional, publicado el 6 de enero, revela que el DHS tiene una capacidad limitada para rastrear con precisión las direcciones de los migrantes después de su liberación.
La Patrulla Fronteriza no siempre puede obtener y registrar las direcciones de los inmigrantes, mientras que la Oficina de Inmigración y Aduanas no siempre valida las direcciones de los inmigrantes antes de su liberación bajo el Programa Alternativo de Detención (ATD), el cual se utiliza para aquellos extranjeros que no representan una amenaza para la seguridad pública y nacional de Estados Unidos y no son una prioridad de deportación.
Estas deficiencias en el sistema han llevado a la conclusión de que el DHS no tiene garantía de que todos los inmigrantes puedan ser localizados una vez liberados en Estados Unidos.
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