El gobierno de Panamá ha decidido suspender temporalmente la emisión de visados de tránsito para ciudadanos cubanos.
Esta medida, que entró en vigor ayer, se mantendrá vigente al menos hasta finales de julio, según un comunicado emitido por el Servicio Nacional de Migración de Panamá.
La principal razón citada para esta suspensión son las vulnerabilidades encontradas en su sistema informático.
Desde el pasado 10 de julio, se han observado movimientos inusuales en la embajada de Panamá en La Habana, incluyendo una notable presencia policial.
El Servicio Nacional de Migración ha confirmado la interrupción temporal de la tramitación en línea de las llamadas “visas estampadas” para extranjeros de nacionalidad cubana.
Roger Mujica, quien recientemente asumió como director del Servicio Nacional de Migración de Panamá
afirmó que la institución está comprometida con la transparencia en estos trámites y destacó la importancia de cumplir con las leyes migratorias panameñas, siempre respetando los derechos humanos.
Este anuncio ha generado preocupación entre los cubanos que utilizan Panamá como punto de tránsito.
Desde enero, el gobierno panameño había prorrogado hasta el 31 de julio el requisito de visado para los cubanos, incluso para aquellos que solo hacen escala en el país.
Esta medida ya había causado polémica y dificultades para muchos cubanos varados tanto en la isla como en el extranjero.
Las redes sociales se han inundado de comentarios y testimonios de cubanos afectados. “Nos siguen cogiendo dinero y lo siguen cerrando todo”, expresó Yunis Lais de la Rosa Roja, una cubana afectada por el cierre de la aerolínea en la que iba a viajar.
El gobierno de Panamá justificó la suspensión temporal debido a problemas técnicos y posibles ataques informáticos al sistema de visado.
Mujica aseguró que, una vez solucionados estos problemas, los solicitantes cubanos podrán reanudar el proceso para adquirir la visa estampada en la sede principal del Servicio Nacional de Migración en la capital panameña.
Además, Mujica enfatizó que la medida busca garantizar un proceso migratorio seguro conforme a las normativas vigentes.
Esta suspensión se enmarca en la política del nuevo gobierno panameño, liderado por José Raúl Mulino, que ha prometido reforzar el control migratorio y cerrar el paso fronterizo de la selva del Darién con Colombia para combatir la crisis migratoria.
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